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4worldlovers: La solución a los problemas de visión próxima para los nuevos presbitas ha sido un tema de controversias en el medio optometricos.

Los primeros intentos surgen en el antiguo Egipto, lentes realizadas con minerales fundidos que amplificaban los objetos, tal fue el control de estás tecnologías en esa época, que hasta podían moldear objetos con el poder del sol.

Esta evolución de los lentes permitía a las personas, usualmente aquellos que tenían mayores privilegios o que por su oficio usaban algunas adaptaciones de estos instrumentos, que gracias a la curiosidad de innumerables genios matemáticos y persistentes experimentos, mejoraron los diseños y materiales, dando luz a una rama de la física conocida como óptica.

En la actualidad y debido a esta evolución, contamos con una extensa variedad de lentes para solucionar casi cualquier problema visual, de la forma menos invasiva posible.

Y llegamos al meollo del asunto, los diseños actuales permiten modificaciones en las transiciones de la graduación a través de la superficie útil de la lente, esos diseños se aplicaron a las lentes para corregir la presbicie, principalmente para los progresivos, y aquí es donde comienza el problema.

Si usted usará lentes desde su juventud, y su graduación no es muy alta, tal vez haya notado que cuando sus ojos usan diferentes posiciones de mirada, la claridad de los objetos puede variar y tiene que volver nuevamente a la parte central de la lente para evitar ver doble o con deformaciones de la imagen, esta parte central de la lente, es donde mejor se ve, ya que la forma en que se ha diseñado esa lente en particular hace que la graduación sea más efectiva en la parte central y no en las zonas periféricas, este problema se pudo resolver gracias a un nuevo diseño, las lentes asfericas, las cuales distribuyen de una forma más suave la superficie de la lente, evitando la deformación asociada al recorrido del ojo a través de toda la superficie de la lente.

Esta deformación se incrementa cuando la graduación involucra factores como el astigmatismo, hipermetropía o miopía elevada.

Dado que los procesos de vida son inevitables, llega un momento en que la lente que usaba de forma cotidiana ya no funciona para enfocar de cerca, ese periodo de vida se llama presbicie y aparece alrededor de los 40 años, nuestra evolución tecnológica no acompaña a nuestra evolución biológica, y es en ese momento cuando necesitamos un nuevo diseño de lente, y es donde entran múltiples soluciones, que van desde las lentes solo para visión cercana, con sus limitaciones funcionales, hasta las lentes con diseños free form que permiten tener múltiples graduaciones repartidas a través de la zona útil de la lente, lo que conlleva a evaluar analíticamente las actividades que realizas de forma continua en tu día a día, el problema de usar una lente con múltiples áreas de progresión añade una dificultad extra: la disminución del área útil de la lente, reduciendo el área de visión clara tanto en la visión lejana como en la cercana.

Y es aquí donde comienza nuestro problema, ¿que diseño de lente debo de usar entonces para corregir mi presbicie?

Es aquí donde arrancamos con el tema, las lentes progresivas son una maravilla tecnológica la cual aun no entendemos del todo, ya que su diseño es complejo y a la vez muy orgánico, como lo definen sus defensores, sin embargo, en un afán de comprimir un sistema óptico en áreas de la lente que sean lo suficientemente amplias para no producir aberraciones y que simulen de forma artificial la función del cristalino, ya en claro deterioro, estas lentes pueden producir problemas de fondo.